¿Cómo funciona el shampoo ?

El shampoo o champú es un producto que viene utilizándose desde el siglo 18 para el cuidado del cabello, especialmente para su lavado. Remueve la suciedad, el sebo, las escamas de la piel y otras cosas que anidan en nuestro pelo.

El factor para etnender cómo hace el shampoo para limpiarnos el cabello es el sebo: un aceite que es secretado por los folículos pilosos que es absorbido con mucha facilidad por el pelo de la cabeza. Luego forma una película protectora que protege a la estructura proteínica del cabello contra daños externos. Pero la protección no es gratis, ya que el sebo tiende a atrapar suciedad, las escamas del cuero cabelludo, caspa, y cualquier producto que le agreguemos al pelo, como perfumes, gomina, gel, etc.

Pero es gracias a este sebo que es tan fácil lavar el cabello, ya que los surfactantes del shampoo se limita a separar el sebo del pelo, y se lleva así consigo toda la suciedad que el sebo había absorbido.

Si bien el jabón también contiene surfactantes, tiende a mezclarse con demaciada facilidad con la grasa, de forma que si se usa para lavar el cabello elimina demasiado sebo. El shampoo usa surfactantes más equilibrados para no eliminar todo el sebo, que al fin y al cabo es el protector del cabello.

Ahora a los detalles técnicos. La heroína de todo esto es la espuma. El cabello tiene una superficie que es repelente al agua, pero a la que se adhieren los lípidos. Por este motivo el pelo no puede ser lavado simplemente con agua, ya que esta no es suficiente para arrastrar la grasa. Cuando se aplica el shampoo al cabello húmedo, este logra penetrar la superficie entre el pelo y el sebo. Es entonces cuando los simpáticos surfactantes reducen la tensión de esa superfice capilar, y logran separar al sebo. La materia grasa se emulsiona y es arrastrada por la espuma.